Buenas de nuevo,
La verdad es que ésta semana está siendo triste… El lunes por la tarde falleció mi conejita, Pantufleta (Pantu para los amigos jeje).
Era una conejilla muy rebelde e indomable, que mandaba ella sí o sí, y aunque nos hacía bastantes trastadas (incluso le gustaba hacer de Scolfield en nuestro antiguo piso…) se la quería un montón, pero más se la echa de menos…
Tenía tan solo 6 añitos y medio, y nos decidimos por ella porque era el conejito que más se movía dentro de aquella jaula de cristal, los demás estaban apáticos y pansidos, pero ella rebosaba alegría y vitalidad, y nos enamoró desde ese primer instante.
En éstos dos últimos años se había puesto malita varias veces de la barriguita, pero la tía había resistido cada inyección de suero que le poníamos (al final aprendimos a ser sus médicos, porque en el hospital veterinario le hacían lo mismo, pero encerrada en una fría jaula, sola y encima por un poco de suero y primperan no os podéis imaginar lo que te pueden llegar a cobrar…) y cada cucharadita de manzanilla que le obligaba a beber.
Pero ésta vez fue distinto, pedimos hora en el veterinario de casualidad, ya que le tocaba la revisión anual, y hasta que yo me fui a trabajar ese día todo fue normal… Le di un trocito de galleta María de mi desayuno (cualquiera no se lo daba, ya que se ponía a morder los barrotes hasta que caía al fin la galletita), luego a medida que iba haciendo la comida del mediodía le ponía espinacas y alguna judía verde.
Pero al llegar Moisés por la tarde para llevarla a la visita, ya se percató de que algo no andaba bien, no quería salir de su casita y respiraba por la boca, cuando Roger, su veterinario de exóticos, la visitó le comentó de que estaba muy grave, necesitaba oxigeno de inmediato, le puso un antibiótico y Moisés salió del veterinario corriendo con la intención de llevarla al hospital, pero desgraciadamente no pudo llegar ni a casa…
Así que esta semana está siendo dura, sobre todo las horas que estoy sola en casa y estoy en el ordenador, como ahora, me giraba y la miraba, pero ahora me giro y ya no está su jaula… El suelo limpio de sus trocitos de heno, y de alguna “cacota” que saltaba.
Aun cuando nos levantamos por la mañana hacemos la intención de entrar en su cuarto a darle los buenos días, y se hace durillo, pero bueno, yo me quedo que fue una conejita feliz, con la que jugaba con su pelotita, que le lamía el brazo a Moisés cuando la cogía, que me mordía los cables y el zócalo de madera nada más mudarnos y a la que cariñosamente le llamábamos “destroyer” .
Así que esta recetilla va por ti mi petitona.
CUPCAKES DE OREO
INGREDIENTES PARA LA MASA (SALEN UNOS 12):
- 2 huevos medianos
- 100 gr. De azúcar blanco
- 120 gr. De harina
- 120 ml. De leche
- 120 ml. De aceite de oliva
- 2 cucharadas de cacao en polvo sin azúcar
- 2 cucharaditas de levadura
- 10 galletas Oreo picadas
-
1 cucharadita de aroma de vainilla o de vainilla en pasta
INGREDIENTES PARA LA CREMA:
- 150 gr. De mantequilla sin sal a temperatura ambiente
- 100 gr. De queso de untar (yo utilizo el de la marca Eroski que es el que más me gusta)
- 1 cucharada de leche
- 250 gr. De azúcar glas
- 10 galletas Oreo trituradas.
- 12 galletas Oreo de las pequeñitas para decorar.
PREPARACIÓN:
- Pondremos a calentar el horno con calor arriba y abajo a una temperatura de 170º.
- Preparamos el molde de los cupcakes con las cápsulas.
- Trituramos las galletas con una picadora hasta dejarlas bien finas (esto para la masa).
- Tamizaremos la levadura, la harina y el cacao, reservamos.
- Mezclaremos el aroma de vainilla con la leche.
- Pondremos el aceite con el azúcar y mezclamos bien hasta que se integre, luego añadiremos los huevos uno a uno.
- Vertemos la leche y la harina con el cacao.
- Ponemos las galletas picadas y removemos un poquito para que se mezcle bien.
- Repartimos la masa entre las cápsulas y las hornearemos unos 18 minutos más o menos, pasado ese tiempo pincharemos con un palillito y si sale seco es que ya están, los sacamos del horno y los ponemos una rejilla a enfriar.
- Para hacer la crema, pondremos la mantequilla (recordad que tiene que tener la textura de una pomada), la cucharada de leche y el azúcar (¡que esté tamizado!) en el bol y lo batiremos primero a velocidad baja un par de minutos y luego a máxima velocidad unos 5-7 minutos.
- Añadimos el queso que tiene que estar frío de nevera.
- Batimos unos 3-5 minutos más, cuanto más batáis más consistencia tendrá.
- Seguidamente, le ponemos las galletas picadas. Yo aquí no las trituré igual de finas que para la masa, pero si lo suficiente para que no se atascara en la boquilla.
- Mezclamos bien, para que se integren las galletas.
- Si por un casual, veis que la masa se queda se os queda demasiado líquida, poned la crema en la nevera una ½ hora o 1 hora, después volvéis a batir, y ya veréis como coge firmeza.
- Yo los decoré con la boquilla 1M de Wilton, y luego le puse a cada cupcake una galletita pequeña Oreo para decorar.
Bueno, espero que os guste esta receta que os escribo con todo mi pesar…
Un besito fuerte, Atri.
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